"Las historias de Amor no debieran acabarse nunca, son perfectas mientras permanecen inconclusas".
Caminaban muy juntos por la acera. La noche todo lo cubría, la luna todo quería descubrirlo. Estaban silenciosos, hasta que ella rompió ese molesto silencio.
- ...Esta ha sido una noche encantadora, Khrist.
- Ciertamente Isabella, me ha hecho muy bien recordar a cándidos tiempos.
- Tú me hiciste soñar, ¿lo sabías?.
Él enmudeció.
-... Creo que nunca nadie me amó tanto como tú lo hiciste.
El permaneció en silencio. Ella se detuvo y lo miró a los ojos.
- La noche se acaba... la magia se extingue... Creo que me debes un beso, Khrist. No podría seguir adelante sin saber como se siente un beso tuyo.
Khrist enrojeció. De sus ropas se desprendió un viejo crucifijo.
- ...Me lo debes...
Ella lo miró desafiante. Khrist pensó en sus años de cuando era humano.Hermosos tiempos. Él la había amado seguramente, ahora no lo recordaba. Mentira, lo recordaba perfectamente, pero no quería recordar. La había amado a la manera de Becquer: "mudo, absorto y de rodillas, como se adora a Dios ante un altar". Ella tuvo miedo de la hoguera, joven e inexperta como era, temió consumirse y quemar sus bellos sueños en esa desbordante pasión. Entonces lo rechazó. Pero su fantasma lo acompañó durante mucho tiempo. Debía exorcizarlo, sacarlo de su vida. Se miraron en silencio, largo tiempo. Él dudó unos instantes y se acercó a ella. Ella cerró sus ojos y percibió su respiración cálida. Su piel fria, sus manos enormes que intentaban dibujar su cuerpo. Se estremeció. Ya la había besado antes. Pero había algo hipnótico en esas caricias, algo casi narcótico. Ese beso estaba cargado de recuerdos. Él se acercó despacio y lentamente besó su cuello. Ella se estremeció al mismo tiempo que él. Él se deslizó por cada rincón, registrándolo todo con su lengua. Por eso cuando ella sintió sus dientes agudos penetrando su cuello ya era muy tarde. No alcanzó a protestar. Sonidos guturales salían de su pecho. La bestia bebía tranquila, mientras Isabella languidecía. La palidez cubrió su rostro. La muerte era más que inminente.Cuando Khrist acabó, la depositó suavemente en el suelo.Le dio una mirada y se erizó. Nunca pudo olvidar, ni mucho menos explicarse, la icástica sonrisa en sus labios muertos.Luego de eso,al verla casi muerta,mordio su muñera y le dio de beber...
Pronto algo mío ...
ahora no puedo ...
de verdad muchas gracias Meli ...
#Mi°Ka# o_o
3 comentarios:
wiiii te loveo!! =**
oa
mmm
0 aporte
XD
iap
chaito hmanita
uuuh lindo regalo...
esa frase es un cliche....
x)...
ammm...
te debo el post n.n
mi blog no me acompaña en este momento.
saludos.
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